Mostrando entradas con la etiqueta Antón Pirulero. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Antón Pirulero. Mostrar todas las entradas

martes, 16 de diciembre de 2008

Antón Pirulero: individualismo, propaganda y negocios. El ocaso de un éxito

Atiendo porque a mi juego me ha llamado, doña Cocó. Si es verdad aquello de que la venganza es un plato que se come frío, la ironía es una picadita que se engulle con el aperitivo. En fin, no nos vayamos por las ramas rizomáticas de Deleuze y Guattari. Lo que nos convoca aquí es el Antón Pirulero.

¿Qué se puede decir?. Tanto, mi estimada, tanto.

"Antón, Antón, Antón Pirulero, cada cual, cada cual atiende su juego, y el que no, el que no, una prenda tendrá”.

Dicen que ya en la vieja Prusia, entre cervecita y cervecita, Carloncho Marx retaba a los hijos de Engels cuando cantaban: “Antón, Antón, Antón Pirulero, jeder, jeder, das sein Spiel erlernt und das, das nicht erlernt, daß es zahlt, zu zahlen, zahlen einen Artikel”.

Y el motivo de la protesta de Carlitos de Prusia era que consideraba que el capitalismo, y su filosofía del individualismo llevado al paroxismo, se infiltraba de manera más efectiva a través del campo de lo lúdico que por medio de la propaganda explícita.

Los niños no le dieron mucha bola y por lo tanto, Marx se dedicó a escribir El Manifiesto Comunista. Es más, en los manuscritos de esa obra legendaria, aparecía una alusión a las canciones infantiles como el Antón Pirulero. Misteriosamente, la editorial hizo desaparecer ese fragmento y el tema quedó en el olvido. Decepcionado, Marx se marchó a Londres.

Más acá en la historia, el Gran General Juan Domingo Perón dictó un decreto en el que prohibía el uso del Antón Pirulero y ordenaba que se lo reemplace por la siguiente letra:
“No ganará el que está primero, no.
No ganará el que llegue segundo, no.
Ganará el que llegue en tercera posición.
Unidos todos, sí, en la TERCERA POSICIÓN”.

Como siempre, la prensa gorila y vende patria acusó a nuestro Gran General de intentar explotar el campo virgen de las mentes infantiles con ideología peronista y su idea de mantenerse distante de la lucha bipolar de los bloques de la guerra fría liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética. Apelo a la inteligencia del lector para no dejarse engañar por esas artimañas de la prensa oligárquica, porque no hay un solo indicio en esa letra de que esas acusaciones sean ciertas.

Con el golpe de Estado del 55, el Antón Pirulero volvió a escucharse en las zonas más exclusivas de la Argentina. Nuevamente, el individualismo se filtraba entre las grietas de un sistema perverso. Después vinieron Discovery Kids, Patito Feo, Piñón Fijo y las viejas canciones infantiles fueron quedando en el olvido. Ya tampoco se habla de individualismo versus espíritu solidario; se descuenta el triunfo del individualismo y hoy todos atienden su juego.
Marx se afeitó la barba porque consiguió trabajo en un Mc Donals, Perón quiere cobrar los derechos de autor cuando alguien invoca la tercera posición y Antón Pirulero se durmió, descuidó su juego y Madona le robó su canción.